Año 2014 y millones de fanáticos de Star Wars pedían la cabeza de Mickey Mouse cuando anunciaron que junto con el traspaso de Lucasfilm a Disney, todo el material del Universo Expandido iba a pasar a la categoría de “Leyendas” para dar espacio a nuevas historias que serían parte del canon oficial de la saga. Millones de corazones se rompieron al saber que Mara Jade, Jacen Solo, los Yuuzhan Vong y George R Binks ya no eran parte de la continuidad oficial de nuestra galaxia muy lejana e iban a ser reemplazados por personajes disneyficados borrando de sopetón 25 años de inversión (dinero, emoción, tiempo).
Pero afrontémoslo, Disney quería su propio Star Wars y esta era la única forma de asegurar historias frescas y (asumo) creativas que enriquecerían más este universo con la promesa que a través del “Story Group” se mantendría la consistencia en los relatos que serían contados a través de múltiples plataformas como cine, TV, libros, comics, videojuegos e historias cortas.
El primer libro que salió del nuevo canon fue “A New Dawn” (Un Nuevo Amanecer) donde los protagonistas eran Kanan Jarrus y Hera Syndulla de la serie “Star Wars Rebels” de Disney XD que en este momento estrenaba su primera temporada. Acá conocimos al personaje de Rae Sloane y sus inicios en el Imperio Galáctico, y vimos como este mismo Imperio extraía minerales de forma indiscriminada sin interesarse por el bien de la gente o del planeta en sí. Tanto Sloane como el tema de la explotación se han ido desarrollando a lo largo del nuevo canon.
Pronto fueron saliendo más libros e historias que se alejaban un poco de los personajes principales que ya conocíamos como Luke Skywalker, Han Solo y Leia Organa, para entregarnos nuevos héroes como Norra Wexley, Sinjir Rath, Shara Bey, Milo y Lina Graf, Thane Kyrell y Ciena Ree, o antihéroes como la Dra. Aphra protagonista ahora de su propio cómic.
Por otro lado nos presentaron toda una nueva era galáctica con el “Episodio VII: El Despertar de la Fuerza” donde introdujeron un nuevo equipo de héroes y villanos que llevarán la antorcha en los próximos años. Y por supuesto, nuevas temporadas de Rebels. Esta nueva abundancia de historias podía significar 2 cosas: historias de relleno y con tramas poco arriesgadas o explorar lugares y situaciones nunca antes vistas apostando a historias más extremas. Podríamos decir que tenemos un poco de ambas opciones.
A medida que el material crece, las historias entre los distintos medios comienzan a tomar vida y entrelazarse: la nave insignia de Wilhuff Tarkin, el Carrion Spike, vista en el libro “Tarkin”, es vista nuevamente en el cómic de Poe Dameron en manos del Capitán Terex de la Primera Orden; las arañas cibernéticas que encuentran los hermanos Graf en “The Dark” fueron diseñadas por el Doctor Cylo quien en el cómic de Darth Vader sabemos que diseñó también el traje del Señor Oscuro; la alderaaniana Evaan Verlaine del cómic de Leia reaparece años después dispuesta a servir a su Princesa en el libro “Bloodline” (Línea de Sangre) y Rae Sloane de “A New Dawn”, tras una breve aparición en el cómic de Kanan, en “Aftermath” (Consecuencias) es una de las cabezas del fragmentado Imperio. Rebels por otro lado nos trajo desde las Leyendas al popular Gran Almirante Thrawn con sus características intactas.
Sin embargo, nada de esto se traducía en la pantalla grande, que es el medio más masivo, el medio que George Lucas nos acostumbró a que era la base, la madre de lo que consideramos canon y qué no. Y llegó la maravillosa “Rogue One”, asombrosa, emocionante y oscura Rogue One. El film de Gareth Edwards no solo trajo al cine a Saw Gerrera, personaje que conocimos en la quinta temporada de la serie “Star Wars: The Clone Wars” de Cartoon Network, si no que tuvimos un vistazo al futuro de algunos personajes de la serie Rebels, donde supimos que la capitana Hera Syndulla llegó a ser General de la Rebelión, vemos (¡y escuchamos!) al enojón Chopper y en la batalla de Scarif podemos ver en distintas escenas a la nave Ghost ayudando incansablemente a la flota Rebelde del Almirante Raddus. En el Diccionario Visual de Rogue One podemos encontrar también que uno de los pilotos que participó fue la misma Evaan Verlaine que hablábamos anteriormente y que uno de los muñequitos de Jyn de niña se llamaba de forma similar al piloto Has Obitt del libro “Star Wars: Catalyst” que además viene siendo una precuela directa de Rogue One. Las naves que empujan a los destructores Imperiales para destruir el escudo de Scarif fueron obtenidas por la tripulación del Ghost y la mismísima Princesa Leia en la segunda temporada de Rebels, y así podría seguir por varios párrafos más.
Star Wars hace tiempo dejó de ser “solo una película”, su historia se propaga rápidamente por nuestra galaxia de todas las formas posibles pero con Rogue One tuvimos la confirmación definitiva de esto. Ya no tenemos un Universo Expandido que podría ser destruido por alguna incongruencia futura (y sí, soy viudo del Universo Expandido y me tocó ver varios retcons), ahora tenemos y esperamos tener un canon congruente y consolidado. Las películas son solo la punta del iceberg y no puedo estar más contento de vivir al mismo tiempo de esta trascendental saga.
Soy uno con el canon y el canon está conmigo…